El Arte en las escuelas - Escuela Francisco Morazán | La Unión, Atlántida
- Jeremy Galvez
- 8 may
- 2 Min. de lectura

En la escuela Francisco Morazán, en La Unión, El Porvenir, Atlántida, los niños vivieron una experiencia inolvidable en una clase de pintura llena de creatividad y descubrimiento. Desde el primer momento, la emoción nos invadió mientras cada pequeño artista se preparaba para transformar su recipiente en una expresión de su imaginación. Entre pinceles, colores y risas, aprendieron que el arte no solo es una técnica, sino también una forma de contar historias y transmitir emociones.

Guiados por docentes y nuestros artistas, los niños exploraron diferentes técnicas de pintura, comprendiendo cómo los colores pueden mezclarse para crear nuevos tonos y cómo cada trazo tiene el poder de transmitir un mensaje. Plasmaron la hermosa mariposa morpho que podemos encontrarla en el Parque Nacional Pico Bonito. La clase no solo fortaleció sus habilidades artísticas, sino también su confianza y capacidad de expresión.
A medida que avanzaba la sesión, los pequeños dejaron atrás el miedo a equivocarse y descubrieron la libertad de experimentar con los pinceles. La pintura se convirtió en un vehículo de expresión, donde cada obra tenía un valor único, sin importar la perfección técnica. Esta dinámica permitió que cada niño se sintiera valorado, motivado y orgulloso de su creación, generando un ambiente de aprendizaje lleno de entusiasmo y colaboración.

Al finalizar la jornada, los estudiantes presentaron sus obras con gran orgullo.. La variedad de estilos y enfoques reflejaba la diversidad de pensamientos y sentimientos de los niños, demostrando que el arte es una herramienta poderosa para conectar con uno mismo y con los demás. Sus sonrisas y entusiasmo al compartir sus trabajos fueron el mejor indicador del impacto positivo de la actividad.
Esta clase trascendió dentro de la escuela y dejó una huella en cada niño que participó. Más allá de aprender a pintar, descubrieron la importancia de la creatividad, la paciencia y la autoexpresión. Para muchos, esta experiencia despertó un nuevo interés por el arte, motivándolos a seguir explorando sus capacidades. Lo que comenzó como una lección se convirtió en un día lleno de magia, donde cada niño encontró en el arte una forma de expresarse libremente y conectar con su entorno.

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